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Club Waterpolo Sevilla. La historia de cada día (y 4)

La línea ascendente a nivel competitivo encuentra en la temporada 2002/03 su consolidación. Toma parte en las competiciones del waterpolo andaluz, siendo campeón en todas ellas. No será la última vez. Asimismo, compite en todas las fases preliminares de los Campeonatos de España de categorías (Júnior, Juvenil y Cadete) Y participa por primera vez, aunque lo hará ininterrumpidamente desde entonces, en torneos nacionales de categoría alevín. En solo tres años, el Club Waterpolo Sevilla consigue lo que ningún otro club andaluz de waterpolo había conseguido con anterioridad.
Junto a estos éxitos debemos recordar que el Club Waterpolo Sevilla es un club no profesional. Su equipo directivo no es propietario de acciones ni puede sufragar los gastos por su cuenta. Directivos y padres son profesionales que tienen sus respectivos trabajos y no pueden dedicar horas y horas a buscar subvenciones, convencer a políticos o responsables de empresas o cajas de ahorro para que apoyen este deporte. Su objetivo es preparar jugadores, competir y practicar waterpolo. Ello limita las posibilidades de alcanzar posiciones de privilegio del Waterpolo Nacional en su máximo nivel, pero, a la vez, les enorgullece ser el club más joven que compite en todas las categorías. Sin «fichajes», sin aspavientos ni fuegos de artificio, continúan realizando su trabajo simplemente porque les gusta el deporte.
Porque otro de los rasgos distintivos en el Club Waterpolo Sevilla es el “Factor Humano”. Para ellos practicar Waterpolo obliga a asumir unos determinados valores como el “espíritu de equipo”, el “trabajo cooperativo”, el “valor de la victoria y la derrota”, “fijarse metas y cumplirlas”, algo que por otra parte nos exige la vida diaria, y que solo se consigue con mucho entrenamiento. Esto conduce a asumir compromisos y el más importante de todos es la responsabilidad ante los compañeros.
Como elemento nuclear de esos valores, los jugadores del CWS firman un código de conducta deportiva, donde se contemplan las actitudes a desplegar, la puntualidad, el respeto al contrario, el no consumo de drogas o medicamentos no prescritos, etc…
Aquí podría haber terminado la historia del Club Waterpolo Sevilla, efímera pero exitosa. En tres temporadas había afirmado unas sólidas bases (enseñanza, tecnificación, organización) convirtiéndose ya en referente del waterpolo en Andalucía, pero la falta de apoyos para seguir creciendo abría un negro horizonte.
En la fotografía, el equipo alevín que participa por primera vez en el clásico Rafael Feliz de Zaragoza. De izquierda a derecha, arriba: Juan José Tomillo, Eduardo Alcaraz, Pablo Colinet, Javier Calderón, Arturo Coloma, Marc García y Rafael Muñoz. Abajo, Sergio Casado, Javier del Pino, Jesús Carmona, Daniel García, Jaime Vélez, Andrés Puig.

Más información en www.waterpolosevilla.com